Día de la madre

El Regalo de la Vida: Celebrando a Mamá y a Ti

Se acerca el día de las madres... y hoy, una profunda sensación de bendición y plenitud me invade. ¿Cómo te sientes tú en este instante?

Cada amanecer nos regala una hermosa oportunidad de contemplar y amar este viaje llamado vida. Cada instante, desde la quietud de leer un libro hasta la conexión de una llamada, desde el mimo de un masaje hasta el simple acto de cocinar, palpita con la dicha de existir. Acciones sencillas, profundamente agradecidas, porque alguien nos obsequió la primera chispa de esta aventura: mamá.

Esa invaluable oportunidad de vivir, amar, agradecer y disfrutar reside ahora en nuestras manos. Y este Día de las Madres, mientras honramos a esa mujer que nos dio la vida, es también un día para celebrarte a ti.

Yo lo celebro primero, como mujer que reconoce y bendice el inmenso legado de cada madre hacia sus hijos. Y por supuesto, celebro a la mía. Hoy, a sus 87 años, la disfruto inmensamente, teniéndola cerca. Compartimos un hogar hace unos años, y cuando mi camino me trajo a Mérida, ella también decidió seguirme. Primero en mi casa, luego en su propio espacio, pero siempre presentes en el día a día. Nuestras conversaciones, nuestras visitas, mi cuidado... todo este tiempo juntas es una fuente inagotable de satisfacción.

Cada uno de nosotros tiene su propio sendero, y acompañarnos en el camino es un regalo. Acompañar a mi mamá en esta etapa de su vida, junto a la mía, ha sido maravilloso. Cada ciclo vital tiene su magia: guiar al adolescente, apoyar al joven emprendedor, amar en pareja, celebrar aciertos y contener en los tropiezos. Pero el camino del envejecer es único, el último tramo que todos recorreremos. Vale la pena atesorarlo, porque en él todo se admira, todo se agradece, todo se valora.

Se desdibujan las fronteras entre lo caro y lo barato, entre la ropa vieja y la nueva. Se relativiza lo superfluo, o paradójicamente, se le otorga una importancia desmedida a un objeto perdido. Se entregan posesiones preciadas como herencias en vida. Se cuida con esmero a quien te asiste en casa, pero también surge el enojo por tantos cuidados, ¿más sopa? el licuado, la fruta, ¿porqué tantas pastillas?, aunque sean solo suplementos no los quiere en ocasiones, o si la despiertan cuidado. Es como volver a ser niños, con esa mezcla de dependencia y pequeña rebeldía.

Y si la vida te encuentra sin una pareja en este envejecer, ¿hasta cuándo se mantiene viva la ilusión? Mi mamá no la ha perdido. Busca novio, y aunque lo tomemos con una sonrisa, su anhelo es hermoso. Es un gozo tenerla cerca, dormir a su lado sintiendo su mano acariciar la mía. "Si tienes frío, apaga el aire; si tienes calor, préndelo", así me dice, con la sabiduría de quien sabe que casi todo tiene solución.

Gran parte de su día lo dedica a contemplar fotografías familiares: sus padres, sus abuelos, su infancia y, por supuesto, nosotros. Pregunta por sus nietos, por qué sus hijos no están más cerca. Pero sabe que hay planes, visitas en camino. "Amo mi casa, ¿por qué no vienen a verme aquí y así no tengo que ir yo?", es su constante anhelo.

Pero si tienes una mamá como la mía, le dedicas tiempo, compartes comidas, duermes a su lado, la asistes... se convierte en una dulce adicción. Quieres más tiempo para disfrutarla, porque el momento es HOY. Mañana es incierto.

Mamá, HOY, es el espejo donde te reflejas. Como la ves, te verás. Aprendamos de ella HOY, a disfrutar la vida HOY, a reír, a bailar, a despertar a su lado. A cualquier edad, mamá es esa persona que nunca juzga y siempre ama.

Felicidades a todas las mujeres que se abrazan a sí mismas, celebrando la elección de su madre y su propio camino como mamás. Y como una vez mi sobrino nos hizo reflexionar en su primera comunión: "Te pedimos por esas mujeres que no pudieron ser madres biológicas pero que con su amor llenan el corazón de sus sobrinos, ahijados y cualquier niño, incluso de la calle que les necesita". Definitivamente, hoy también me felicito a mí, con tres hermosos ángeles cuidándome desde el cielo.

Y así como yo, felicidades a esas mamás que han atravesado el dolor inmenso de perder un hijo y aún así eligen seguir adelante.

Especial agradecimiento a Dany, Carlos, Billy, Jose Eduardo, Dali y Ana Karen, Samantha y Jazmin. Cada 10 de mayo es una dicha celebrar su vida.

A gozar la vida, porque este camino se vive HOY. 

Con amor,

Mary Health Coach

"¿Te llegó mi blog por liga de email?, estás suscrito a mi página, si te llegó por otro medio suscríbete y recibe más información de alimentación saludable, tips de cocina y las alianzas que como comunidad hacemos cada día" maryhealthcoach.com